NACIMIENTO DE CRISTO
De la más fragante Rosa
nació la Abeja más bella,
a quien el limpio rocío
dio purísima materia.
Nace, pues, y apenas nace,
cuando en la misma moneda,
lo que en perlas recibió,
empieza a pagar en perlas.
Que llore el Alba, no es mucho,
que es costumbre en su belleza;
mas quién hay que no se admire
de que el Sol lágrimas vierta?
Si es por fecundar la Rosa,
es ociosa diligencia,
pues no es menester rocío
después de nacer la Abeja;
y más, cuando en la clausura
de su virginal pureza,
ni antecedente haber pudo
ni puede haber quien suceda.
Pues a ¿qué fin es el llanto
que dulcemente le riega?
Quien no puede dar más Fruto,
¿qué importa que estéril sea?
Mas ¡ay! que la Abeja tiene
tan íntima dependencia
siempre con la Rosa, que
depende su vida de ella;
pues dándole el néctar puro
que sus fragancias engendran,
no sólo antes la concibe,
pero después la alimenta.
Hijo y madre, en tan divinas
peregrinas competencias,
ninguno queda deudor
y ambos obligados quedan.
La Abeja paga el rocío
de que la Rosa la engendra,
y ella vuelve a retornarle
con lo mismo que la alienta.
Ayudando el uno al otro
con mutua correspondencia,
la Abeja a la Flor fecunda,
y ella a la Abeja sustenta.
Pues si por eso es el llanto,
llore Jesús, norabuena,
que lo que expende en rocío
cobrará después en néctar.
NOCHEBUENA
Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.
La luz del cielo baja,
el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.
El niño está friolento.
¡Oh noble buey,
arropa con tu aliento
al Niño Rey!
Los cantos y los vuelos
invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra... y corazón.
Resuenan voces puras
que cantan en tropel:
Hosanna en las alturas
al Justo de Israel!
¡Pastores, en bandada
venid, venid,
a ver la anunciada
Flor de David!...
Hay un Niño que dicen…
Hay un Niño que dicen que llora música. ¡Vamos a verle todos con aleluya!
Hay un Niño nacido. ¡Qué resplandores! ¡Vamos a verle todos no sea que llore!
¡Hay un Niño con alas en el pesebre…! Vamos a ir despacio para que no se vuele.
Villancico del Niño dormilón
No te duermas, Hijo, que están los pastores. Ellos te traen quesos, ellos te traen flores.
Hijo, no te duermas, que vienen los Magos. Melchor, si le vieras, los ojos muy largos,
Baltasar muy negros y Gaspar muy claros.
Hijo, no te duermas que nace mi llanto.
No cierres los ojos, que te está mirando un pastor sin madre que vino descalzo a ofrecerte un cuenco.
Cuenco de sus manos lleno de azulinas de las de tus campos.
¡Hijo, no te duermas, que te están rezando!
Nochebuena
Pastores
y pastoras,
abierto
está el edén.
¿No
oís voces sonoras?
Jesús
nació en Belén.
La
luz del cielo baja,
el
Cristo nació ya,
y
en un nido de paja
cual
pajarillo está.
El
niño está friolento.
¡Oh
noble buey,
arropa
con tu aliento
al
Niño Rey!
Los
cantos y los vuelos
invaden
la extensión,
y
están de fiesta cielos
y
tierra... y corazón.
Resuenan
voces puras
que
cantan en tropel:
Hosanna
en las alturas
al
Justo de Israel!
¡Pastores,
en bandada
venid,
venid,
a
ver la anunciada
Flor
de David!...
A la Virgen de Navidad
La
olvidada campana de la estrella
toca
la hora del Amor, y el viento
dispersa
en las tinieblas el lamento
de
los cautivos y la Paz lo sella.
Porque
eres Madre, siendo aún Doncella,
y
el río de tu leche es ya sustento;
porque
duerme el Señor bajo tu aliento,
heno
de tu campiña en la gamella:
En
la Noche del Tiempo renacido,
incapaz
de decir tu dulce nombre
la
Palabra del Padre hecha vagido;
capullo
de las fajas y del sueño,
tembloroso
y mortal capullo de hombre
¡nuestro
hermano mayor y el más pequeño!
Jesús, el dulce, viene...
Jesús,
el dulce, viene...
Las
noches huelen a romero...
¡Oh,
qué pureza tiene
la
luna en el sendero!
Palacios,
catedrales,
tienden
la luz de sus cristales
insomnes
en la sombra dura y fría...
Mas
la celeste melodía
suena
fuera...
Celeste
primavera
que
la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y
deja atrás eterna calma...
¡Señor
del cielo, nace
esta
vez en mi alma!
Feliz Navidad
Llega
navidad Sentir
las campanas
repicando
en tu corazón.
Anuncia
con sus sonidos
la
presencia del amor.
Amor
a entregar a todos a tu alrededor.
Sentir
esa paz y entrega con tu corazón
El
compartir a los demás.
Llega
navidad
brinda
con tu calor
tu
amor a entregar.
Llega
navidad
y
siente y comparte felicidad.
Feliz
Navidad.
Cuando miras en el cielo percibes al Papá Noel Con todos los regalos en su trineo. Cuando miras al pie del árbol ves los regalos
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